Historias de TERROR contadas en la RADIO.

La Casa en la colina 

En lo alto de una colina, rodeada por un espeso bosque, se encontraba una casa antigua, deshabitada desde hacía años. Nadie se atrevía a acercarse, pues los rumores sobre la casa eran tan escalofriantes como su aspecto: ventanas rotas, puertas que crujían al viento y una sensación de maldad que flotaba en el aire.
Una noche, un joven llamado Andrés, movido por la curiosidad y la necesidad de desafiar sus miedos, decidió investigar la casa. Al llegar, la puerta se abrió sola, como si esperara su llegada. El viento había cesado, y un silencio absoluto lo envolvía.
Dentro, las paredes parecían susurrar, como si las sombras mismas hablaran entre sí. Andrés recorrió las habitaciones, encontrando una extraña sensación de ser observado. De repente, en el piso superior, escuchó unos pasos. Eran suaves, pero nítidos, acercándose cada vez más.
En el umbral de la última habitación, vio a una figura. Una mujer, vestida de blanco, de rostro pálido, que lo miraba fijamente. No podía moverse, ni gritar. La figura se acercó lentamente, y cuando estuvo a su lado, susurró: "Te estaba esperando".
Esa noche, Andrés nunca volvió a ser visto. Los vecinos dicen que, en las noches más oscuras, se puede escuchar el eco de sus pasos, aún dentro de la casa. Nadie se atreve a acercarse, pero todos saben que lo que hay dentro, nunca se irá.



Una enigmática mujer ninja con vestimenta roja y una daga en su mano.